En nuestro blog, ya hemos mencionado algunas ideas sobre cómo un modelo matemático puede asistir en muchas decisiones relacionadas con la planificación de una empresa minera. Entre los muchos beneficios, como minimizar sanciones y anticipar picos de demanda o mantenimiento, hoy queremos destacar la oportunidad de usar este tipo de herramienta para seleccionar mejor los contratos de ventas y aumentar las ganancias.
Es común en el sector de minería operar con un menor riesgo (a nivel de proceso y entrega), vendiendo un único producto de calidad promedio. No obstante, existe variabilidad en la calidad del ROM, lo cual puede generar minerales de hierro con diferentes propiedades químicas y físicas. Con una herramienta de planificación adecuada y la posibilidad de separar los productos por diferentes calidades, se abre una puerta para una oportunidad real de optimización en la selección de contratos.
Los equipos de ventas suelen tener información limitada sobre los desafíos operativos que se abordan durante la producción, mientras que el equipo de ingeniería industrial tiene poco acceso a precios de productos definidos por contrato. Esa falta de coordinación con respecto a qué tipo de producto es el más adecuado, se puede eliminar aplicando el modelo como mediador.
Teniendo en mente la planificación a mediano plazo, la empresa puede afrontar momentos en los que un contrato está por terminar y surge la decisión de renovarlo o firmar uno nuevo. En este tipo de situación, con horizontes de planificación de mediano a largo plazo, no se consideran las decisiones operativas. Por lo tanto, es razonable asumir el consumo de tipos de ROM previstos por la planificación de minería durante ese período.
Para demostrar esta decisión, empleamos nuestro ejemplo establecido con una mina de hierro genérica que tiene tres contratos diferentes: LQ (menor calidad), MQ (calidad media) y HQ (calidad elevada), como se muestra en la tabla 1. Teniendo en cuenta este escenario, definiremos que el contrato de LQ termina al final del mes 6 y el contrato de MQ termina al final del mes 9. Los contratos que están por caducar se pueden renovar (LQ-B y MQ-B) o se pueden firmar dos nuevos contratos, uno de mayor calidad (HQ-B) y otro de menor calidad (LQ-C), presentados en la tabla 2. Los nuevos contratos tienen especificaciones un tanto diferentes, como también diferentes perfiles de precios. Todos los contratos para debatir no tienen demanda mínima.
Como resultado, el modelo sugiere la renovación del contrato LQ (LQ-B), como también la ejecución del contrato HQ alternativo (HQ-B) y el contrato LQ (LQ-C), además de la no renovación del contrato MQ. En otras palabras, el resultado de separar los productos entre menor y mayor calidad genera mayores ganancias al compararse con la venta de un producto de calidad media. En nuestra simulación, la ganancia anual aumentó en un 2,12 %, en comparación con el caso con renovación automática y sin contratos alternativos, lo cual demuestra que la combinación de los productos con el objetivo de lograr una calidad promedio estaba destruyendo el valor.
Este tipo de decisión, también conocida como selección de cartera de clientes, es fundamental para mantener la competitividad y la rentabilidad de una empresa minera. Mediante un modelo matemático como la herramienta de soporte a las decisiones, se tomarán decisiones más precisas y se obtendrán mayores ganancias.
Autor: Cassiano Lima - Consultor Senior en Cassotis Consulting
Coautores: Fabio Silva - Gerente Senior en Cassotis Consulting
Emmanuel Marchal - Managing Partner en Cassotis Consulting