El auge de la analítica de datos, el big data y el poder computacional ha traído muchas oportunidades para que las empresas empiecen a utilizar diferentes herramientas informáticas en su planificación y operaciones. Entre estas herramientas, siempre mencionamos el poder de los modelos de optimización, la especialidad de Cassotis, en la que utilizamos la programación matemática para representar situaciones complejas e identificar la mejor solución en función de unos objetivos concretos. En la sección Casos de nuestro sitio web se presentan algunos ejemplos, con diferentes aplicaciones e industrias.
Entre los muchos beneficios que puede aportar una herramienta de optimización, algunos están relacionados con las decisiones tomadas y otros con el propio proceso de toma de decisiones. Por lo tanto, la mayoría se pueden obtener independientemente del lugar donde se apliquen. Son beneficios que creemos que pueden mejorar la competitividad y los resultados de cualquier empresa:
Hay decisiones que implican tantas variables y posibilidades que es simplemente imposible para un humano observar todas las soluciones posibles e identificar la mejor. Algunos ejemplos son problemas de enrutamiento de vehículos, de programación de la producción y de corte y empaquetamiento: su complejidad aumenta exponencialmente a medida que aumenta el tamaño del problema, y pueden existir millones (o incluso miles de millones y trillones) de soluciones.
Si se utilizan modelos y algoritmos de optimización, y se aprovecha la potencia de cálculo de los nuevos ordenadores, es posible resolver la mayoría de los problemas en un tiempo razonable.
Una herramienta de optimización suele estar diseñada para ayudar a los responsables de la toma de decisiones, no para sustituirlos. En este proceso, se les consulta y los conocimientos de las distintas partes implicadas se insertan en el modelo. Esto permite reunir los conocimientos de muchas personas en una única herramienta, que puede evolucionar junto a sus usuarios. También contribuye en la perpetuidad del conocimiento en la empresa.
Una de las ventajas del uso de las herramientas de optimización es la de reducir el tiempo del proceso de toma de decisiones y permitir a los usuarios concentrar su tiempo en los análisis. En muchos casos, las empresas están insertas en un entorno en constante cambio y las decisiones se deben tomar rápidamente para adaptarse a las nuevas situaciones. Con un modelo de optimización, lo único que tiene que hacer el usuario es actualizar algunos parámetros y ejecutar el modelo para encontrar nuevas soluciones e iniciar el análisis.
A veces el resultado de un modelo de optimización puede ser contrario a la intuición. En estos casos, se suele generar una oportunidad para la discusión entre diferentes especialistas y planificadores, que tratarán de entender la solución y verificar su viabilidad.
Hay algunos modelos en los que las soluciones implican tantas variables que promueven la integración de diferentes departamentos y áreas para encontrar la mejor solución global. ¡Nuestros modelos integrados para las industrias de minería y metales son grandes ejemplos!
A la hora de tomar decisiones, los seres humanos no siempre somos racionales: además del uso de los conocimientos y la experiencia, tendemos a utilizar nuestra intuición y muchos criterios heurísticos para simplificar el proceso, como hemos planteado en esta publicación. Aunque en la mayoría de los casos esto es útil, a veces esta heurística y nuestra intuición pueden dar lugar a decisiones inadecuadas, debido a la existencia de algunos sesgos.
El uso de un modelo de optimización reduce la existencia de estos sesgos y ruido en el proceso de toma de decisiones: quien busca la solución siempre buscará la mejor según la función objetivo definida.
Cada uno de estos beneficios contribuye al éxito de una organización. Tanto si permite tomar mejores decisiones como si mejora el proceso, son parte de las razones por las que los modelos de optimización pueden ser un factor decisivo y hacer que su empresa se destaque.
Autor: Cassiano Lima - Consultor Senior en Cassotis Consulting
Coautor: Fabio Silva - Gerente Senior en Cassotis Consulting