Continuando con nuestra serie de publicaciones en las que explicamos las múltiples ventajas de utilizar la Analítica Avanzada para la planificación de una empresa del sector de la minería, hoy hablaremos de cómo podemos aprovechar las diferentes configuraciones de los procesos para optimizar la rentabilidad. Si usted se ha perdido alguno de nuestras publicaciones anteriores, ya hemos detallado cómo este tipo de herramienta de apoyo a la toma de decisiones se puede utilizar para minimizar las penalizaciones de venta de las entregas de mineral de hierro, para ayudar a la selección de contratos más ventajosos en una optimización a medio plazo, y para anticipar mejor los picos de demanda y las interrupciones por mantenimiento.
Las características de ROM siguen siendo el principal motor de los indicadores de producción, como la calidad del producto y el ritmo de producción. Sin embargo, el impacto de la configuración de algunas máquinas a veces no puede ignorarse en absoluto; más aún cuando están optimizadas para un determinado tipo de ROM.
Todos los procesos están compuestos por un grupo de máquinas en la planta de procesamiento. Estas máquinas funcionan con una configuración predefinida, por ejemplo, una velocidad de trituración en la trituradora o el consumo de un reactivo específico en la flotación por espuma. La mayoría de las empresas desean mantener un proceso estable y hacen todo lo posible por mantenerlo en la mayor medida de lo posible. Sin embargo, ¿qué podría ocurrir si se dispusiera de nuevas configuraciones para un proceso? ¿El modelo elegiría siempre la misma configuración? Normalmente, estos ajustes no se controlan en directo, pero se podrían hacer una vez por turno.
Considerando el mismo ejemplo de las publicaciones anteriores, tenemos una mina de hierro genérica que genera tres tipos de subproductos de minerales de hierro, denominados no magnético (NMAG), magnético (MAG) y concentrado (CON). Se pueden vender por separado o mezclar en diferentes proporciones para cumplir con diferentes especificaciones de calidad. El subproducto NMAG es de mayor calidad que el MAG, pero presenta una menor productividad.
Podemos probar con nuestro modelo la adición de un modo de producción alternativo para un determinado ROM (A). Este modo alternativo reduce la producción total, pero aumenta la producción de un subproducto de mayor calidad (MAG), como se muestra en la figura 1. Por lo tanto, este modo es menos productivo, pero rinde en mayor proporción de MAG, como podemos ver en la figura siguiente. ¿Podría ser atractivo este modo de producción?
Los resultados demuestran que, en determinados periodos, como las semanas 3, 8, 9 y 12, puede ser conveniente utilizar el modo de producción alternativo durante algunos turnos, como se muestra en la figura 2. Esto se puede explicar por el mejor uso del producto de baja calidad en stock (mezclado con la mayor producción de producto de alta calidad). Además, el modelo hizo posible entregar más productos al cliente en la oficina central, lo que aumentó el beneficio en un 0,22%.
Se podrían investigar estos modos operativos alternativos en cada paso del proceso, multiplicando los beneficios económicos de esta optimización. Es posible convertir las variabilidades del proceso en una oportunidad de obtener ganancias.
Autor: Cassiano Lima - Consultor Senior en Cassotis Consulting
Coautores: Fabio Silva - Gerente Senior en Cassotis Consulting
Emmanuel Marchal - Managing Partner en Cassotis Consulting